Según la FAO, la agricultura utiliza el 70% de toda el agua dulce disponible por lo que potenciar un uso eficiente del agua de riego resulta imprescindible en el marco de un desarrollo sostenible. En zonas de clima semiárido, la aplicación del riego a los viñedos cultivados permite incrementar los rendimientos productivos y disminuir en parte, algunos efectos negativos derivados del cambio climático. La técnica de riego deficitario controlado (RDC) consiste en aplicar agua en cantidades inferiores a las necesarias para satisfacer plenamente las necesidades de evapotranspiración (ETc) del cultivo, los considerados menos sensibles desde el punto de vista productivo o los que tienen un claro efecto sobre la calidad.

El empleo de esta técnica exige manejar el estrés hídrico en la cepa en momento e intensidad e influir en la composición de la uva y en consecuencia en las características del vino (1). La mayoría de los trabajos que analizan el efecto de estas técnicas se han realizado en variedades tintas, en las que la pérdida de cosecha que suele acarrear el empleo de esta técnica se compensa con el incremento en compuestos de alto valor enológico en la uva, como es el caso de sustancias fenólicas (2). Sin embargo, existe aún poca información sobre el manejo del RDC en variedades blancas en zonas de clima semiárido donde la concentración de los ácidos y compuestos aromáticos varietales resultan muy valorados.

Por otro lado, combinar la estrategia del riego con otras técnicas vitícolas que pueden ayudar a mejorar la calidad de la uva. Este sería el caso del deshojado precoz, que consiste en la eliminación de las hojas del entorno de los racimos en fechas próximas a la floración para reducir el porcentaje de cuajado y así regular el nivel de carga, disminuir la compacidad y mejorar el microclima de los racimos. Trabajos previos han demostrado el efecto positivo de esta técnica sobre la calidad de uvas y vinos tintos confirmándose en diferentes variedades y zonas vitícolas incrementos significativos de los contenidos compuestos fenólicos y de la concentración de sustancias responsables de aromas frutales y florales observados en los vinos elaborados a partir de uvas de cepas deshojadas respecto del control (3)(4)(5)(6)(7).