Ponme un Pardina, por favor

Ángel y Sergio protagonizan ‘Buscando a Pardina’ para darle algo que dará sentido a su trayectoria como variedad. Con actores no profesionales, está rodado, entre otros sitios, en Almendralejo, Zafra y Olivenza

La intención es clara y sencilla: dar a conocer la uva pardina, una variedad propia de Tierra de Barros que el director extremeño Alberto Calvo Báez ha querido poner en valor para que sea reconocida y más solicitada por los consumidores. Y la mejor forma de hacerlo ha sido rodar un corto, ‘Buscando a Pardina’, que hoy se estrena en los medios sociales de Viñaoliva, que lo ha producido, y en YouTube. 

El cortometraje narra la historia de Ángel y Sergio, dos distribuidores que buscan a Pardina para entregarle algo muy importante que da sentido a toda su trayectoria como variedad autóctona de la comarca de Tierra de Barros. Y en su periplo, descubren todos los pasos que Pardina tuvo que andar para ser mejor valorada y más reconocida en países como Alemania, Belgica, Dinamarca, Rusia, China, Japón o incluso Estados Unidos. 

Está protagonizado por personas de a pie que trabajan día a día con esta variedad de uva, desde su cultivo en el campo y distribución hasta su consumo en los bares y restaurantes. Se ha elegido a actores no profesionales porque, según Alberto Calvo, querían a personas que conociesen bien el terreno, la variedad, el vino y su consumo, lo que «le aporta más autenticidad al corto, a parte de dar mayor protagonismo a la mujer dentro del mundo del vino gracias a la personificación de Pardina».

Aunque da la vuelta al mundo y muestra lugares emblemáticos como Alemania, Rusia, Dinamarca, o Japón, entre otros, se ha rodado en Almendralejo, Olivenza, Aceuchal, Villalba de los Barros y Zafra. 

Ser reconocida

Para Matthew Stewart, responsable comercial del grupo Viñaoliva, el objetivo que quieren conseguir con este corto es que en el mercado regional los consumidores reconozcan la variedad Pardina, que sepan que es extremeña y que la identifiquen con la calidad. De hecho, Zaleo Pardina ganó el Premio Espiga a Mejor Vino Blanco de la D.O. Ribera del Guadiana en 2020, y «la comunicación de ese premio a los agricultores socios y al público en general está siendo crucial para que pongan en valor lo suyo, lo extremeño», explica este inglés afincado en Almendralejo desde hace unos años. 

El segundo paso, añade Matthew (y la consecuencia del proceso de comunicación) es que los consumidores (e incluso los agricultores socios) «pidan un Pardina por su nombre cuando salgan a tomar un vino en lugar de solicitar variedades más exóticas que pueden vestir más a simple vista. Si los clientes exigen a los hosteleros extremeños que tengan vinos de la variedad pardina, se conseguirá su revalorización para potenciar que tomemos más lo nuestro frente a la tendencia de creer que las uvas foráneas tienen que ser mejores», resalta.