Bodegas El Maestrino cuenta con su propio viñedo, por lo que aproximadamente el 25% de la producción es de cosecha propia.

En la Zona de Matanegra, donde nos encontramos, las variedades predominantes son: en blancas, Eva o Beba y Montúa, seguidas de Pardina, Cayetana Blanca y Macabeo y en tintas por orden de superficie de viñedo, Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvignon.

Concretamente, las variedades con las que trabajamos, y por ello predominantes en nuestros caldos, son:

En blancas:

– Macabeo: Ésta variedad es muy polivalente. Según las condiciones del cultivo, permite obtener blancos secos, espumosos, o incluso vinos dulces naturales.

Los vinos secos son ligeros, agradables, equilibrados en acidez y azúcar y de color pálido. Esta variedad permite que los vinos se distingan por sus aromas florales y frutales, que pueden ser potenciados con la mezcla de otras variedades.

– Cayetana: Es una variedad fértil y que madura pronto. El racimo es mediano, compacto y con frecuencia ofrece doble racimo. Es una uva que se usa principalmente para vinos jóvenes de pronto consumo.

Los vinos que se obtienen a partir de la misma son amarillo pálido con reflejos verdosos, aromas intensos y complejos, que recuerdan a frutas maduras (plátano y manzana).

– Pardina: Esta uva es una variedad originaria de Extremadura, concretamente predominante en la provincia de Badajoz. Sus características más destacables son su fuerte resistencia a las extremas temperaturas de la zona de Matanegra y su gran rendimiento a coste muy bajo.

Los vinos procedentes de esta uva suelen ser de un color amarillo pajizo y aromas potentes e intensos a fruta madura, con un sabor ligeramente dulce.

– Alarije: Es una cepa de porte erguido; de sarmiento largo, fuerte y muy ramificado. Por su mayor grado alcohólico y su maduración medianamente temprana, se pueden realizar vendimias prematuras que eviten las frecuentes tormentas de comienzos de otoño, evitando así que la baya pierda salubridad y aumente la calidad.

Los vinos de Alarije se muestran frescos, suaves y muy agradables, con un color amarillo paja. Habitualmente se emplea para ser mezclada con otras variedades, de manera que aporte frutosidad y frescura.

En tintas:

– Cencibel o tempranillo: Los racimos de esta variedad son de tamaño grande, con hombros marcados, compactos, uniformes en tamaño y en el color de las bayas. Sus cepas suelen ser de alta fertilidad y alta producción.

Los vinos que se elaboran con esta variedad, extendida por toda la superficie de la península, son óptimos para crianza, con buen cuerpo, finura, intensidad y complejidad aromática. Tienen un característico color rojo rubí intenso.

La uva Tempranillo se utiliza, entre otras cosas, para elaborar vinos jóvenes y de crianza.

– Garnacha tintorera: Conocida también por el nombre de Alicante Bouschet, la Garnacha Tintorera tiene su origen en Francia con el cruce de Petit Bouschet y Garnacha realizado por Henri Bouschet en 1855.

La característica más llamativa de la Garnacha Tintorera es su pulpa tinta. Realmente es diferente por dentro ya que son tintas en su interior y con ellas se puede conseguir un color muy superior en los vinos comparado con otras variedades.

Los vinos producidos por esta uva son muy densos, alcohólicos, con gran color y aromas a frutos rojos intensos.

Es una variedad que no suele vinificar sola, sino que se utiliza para aportar color a la mezcla.